EL BLANCO DE LA NOCHE
No fue fácil, pero
tampoco difícil, simplemente fue una gran oportunidad de fotografiar tan bella
estampa, a la que tantos y tantos fieles congrega durante todo el año. Sin duda alguna, pude percibir el olor a
marisma, el fresco aire de Doñana además de contemplar las estrella en este magnífico
momento Rociero.
El pasado 27 de
Febrero, tuve la suerte de poder dormir en la aldea Almonteña, muy cerca de la
Blanca Paloma, siendo para mí una experiencia única y llena de recuerdos,
recuerdos como esta fotografía que desde ya hacía mucho tiempo tenía ganas de
intentar conseguirla. Una estampa única que me gustaría volver repetir si la
ocasión me lo permitiera y volver como a mí me gusta sin prisas, deteniendo el
reloj para poder trabajar la fotografía y que la Virgen del Rocío sea testigo
de cuantas estampas pueda fotografiar.
Y Como se suele decir en algunas
ocasiones, !!!Volveré¡¡¡
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